Después de realizada la marcha “cívico-militar” un grupo de casi 200 ex braceros, entre ellos miembros de al menos cinco organizaciones ciudadanas como Aremos y 28 de mayo, realizaron una marcha que abarcó casi veinte calles.
Al frente, un ataúd, que simbolizaba la “muerte de la independencia” salió el contingente desde el cuartel militar de la XV zona, para desplazarse por las principales calles de la ciudad hasta llegar a Palacio de Gobierno.
Pero el ataúd simbolizó la muerte de miles de inmigrantes que han muerto al intentar cruzar “el otro lado”, y que la patria les negó aquí una vida con dignidad.
La marcha fue convocada por el Centro Jalisciense de Atención al Adulto Mayor y al Migrante. La manifestación tuvo como fin aprovechar la presencia de miles de personas que los vieron caminar para conocer que desde hace ya varios años y particularmente desde hace casi medio año que hicieron una macha al DF, no se les ha hecho justicia para recibir un bono por el dinero que el gobierno de Estados Unidos les quitó para hacer un fondo de ahorro y que entregó al gobierno federal de entonces, es decir en la década de los sesentas.
“No hay nada que festejar”, fue el motivo y las arengas contra el gobierno de Felipe Calderón y Emilio González Márquez, frente a los paseantes que aplaudían los camiones y contingentes del Ejército momentos antes.
Al paso de los “viejitos”, apenas los miraban con sorpresa. La mayoría estaban contentos con tener un “Ejército” que los protege de los “verdaderos enemigos de la patria”.