Ayer, en el día de la celebración de la Independencia, los ex braceros de Jalisco tuvieron su propio desfile, pero éste fue “fúnebre”. “Esta marcha no es de fiesta: es de lucha y protesta”, arengaron durante el recorrido cerca de 150 manifestantes, en su mayoría adultos mayores.

A las 11:00 am los ex migrantes se reunieron en la plaza ubicada frente a la preparatoria 1 de la Universidad de Guadalajara, entre las calles San Felipe y González Ortega, en el centro de Guadalajara.

Durante una hora varios ex braceros tomaron la palabra para protestar contra del gobierno federal, que se ha resistido a entregarles el 10 por ciento de su sueldo que les fue retenido cuando los mexicanos trabajaron en Estados Unidos.

Gilberto Parra Rodríguez, dirigente del Centro Jalisciense de Atención al Migrante, explicó que apenas el pasado sábado 11 de septiembre el presidente de México, Felipe Calderón, publicó la reforma a la ley que permitirá la entrega en una sola exhibición de “un apoyo social” de 34 mil pesos a los ex migrantes. Pero lamentó que la publicación se haya tardado más de cuatro meses en llevarse a cabo, pues desde abril pasado fue aprobada por la Cámara de Diputados; recordó que la ley incluye una punto transitorio que indica que una vez que se publique tienen que transcurrir 180 días para que se empiece a pagar a los ex braceros.

“Esto quiere decir que a los ex braceros se les comenzará a pagar —habiendo patrimonio en el fideicomiso— a mediados de marzo de 2011. Para nosotros esto es una afrenta, porque Calderón sabe que estos son adultos mayores que están muriendo y que muchos de ellos no van a poder cobrar”.


En la plaza pública se colocaron tres ataúdes con sendas banderas de México y con letreros en los que se leían las siguientes leyendas: “Aquí yace la Independencia de México”, “Migrantes indocumentados, víctimas aquí y en Estados Unidos”, “Víctimas de la guerra del narco impuesta por Estados Unidos”.

A la 12:07 horas, “armados” con cruces de madera blancas con los nombres de los migrantes que han fallecido en el país vecino, salieron por la calle Reforma; el objetivo era pasar frente al templete ubicado en la Plaza de Armas, en el que las autoridades observaron el desfile cívico militar para conmemorar la Independencia de México.

Resguardados por policías de Guadalajara y agentes de Vialidad avanzaron por el andador peatonal Pedro Loza, intentaron dar vuelta en la calle Juan Manuel, pero jefes policiales estatales lo impidieron de mal modo, a pesar de que el desfile ya había concluido.

Lograron su objetivo a las 13:13 horas: “No que no”, dijo uno de los manifestantes cuando pasaron frente al templete ubicado en la Plaza de Armas, pero para entonces ya no había autoridades en el lugar: sólo las personas que habían asistido al desfile.

Continuaron por 16 de Septiembre hasta Revolución aprovechando el público que quedó en la avenida. “¿Quién se murió?”, se preguntaban los asistentes al ver pasar los ataúdes; “La justicia y la libertad, hoy no hay nada que celebrar”, respondían los ex braceros.