El día de ayer, media centena de ex braceros recibieron reconocimientos de parte del movimiento por la marcha que emprendieron el pasado mes de abril rumbo a la capital de país, en la que recibieron la anuencia del la Secretaría de Gobernación para recibir parte de sus prestaciones que como Ex trabajadores Migratorios Mexicanos, merecen.

Hace algunas semanas, la Cámara de Diputados aprobó pagar en una sola exhibición 38 mil pesos a los ex braceros, como parte del Fideicomiso de Apoyo Social. Según lo que expresaron, el apoyo se entregará en tres o cuatro meses.

Sin embargo, la esperanza de recibir su dinero apremia para los octogenarios, mientras que en el marco del día del Trabajo, expresaron que la lucha no termina, pues queda pendiente la devolución del Fondo de Ahorro Campesino, que repartiría entre los campesinos “con documentos o sin ellos”, una compensación de alrededor de 100 mil pesos por cada ex bracero, expuso Gilberto Parra dirigente del movimiento en Jalisco.

Desde 1964 que Marcelino Ramírez no volvió a Estado Unidos, en aquél entonces y desde 1955 emprendió cada año un viaje en tren, junto con otros miles de mexicanos, a territorio americano. La encomienda: La pisca de algodón y ejote.

Conoció el valle californiano, también Texas, Denver, Miami y Atlanta, hoy lamenta que las normas regulatorias de ese país se hayan endurecido y sea cada sea más difícil cruzar “al otro lado”.

Originario de Dolores Hidalgo, Ramírez, ayer se acercó por segunda ocasión al grupo de exbraseros de la ciudad que con motivo de las negociaciones con la secretaria de Gobernación. “Yo me enteré por el noticiero y pues vine, pero no tengo papeles, ni mi tarjeta de trabajo, a ver si se puede, vine asesorarme con el licenciado a ver que se puede hacer”, dijo Marcelino.

Para muchos la lucha sigue, “no queremos que sea un promesa, haber si ahora sí nos dan lo que nos toca”, dijo Julián Ramos, campesino de Mezcala.

Para don Andrés García, originario de Momax Zacatecas, el anhelo es el mismo. Sin embargo aprovecha para referirse a la situación de violencia contra connacionales en Estados Unidos, derivada de la firma de la Ley Antimigrante en Arizona “es terrible”, aunque no es un tema nuevo. “yo recuerdo cuando íbamos a la marqueta nos prohibían sentarnos en los jardines y pues a veces pasaban las patrullas y nos decían cosas”.

“La culpa la tiene el gobierno de México, porque no da trabajo, pero también porque no supo negociar con Estados Unidos, desde Fox que ya se hablaba de eso, el gobierno debería de hablar con los empresarios de allá que son los que mueven las cosas y negociar con ellos”, terminó.