Con la celebración mañana del "Día Nacional del Tren" se honrará también a los braceros mexicanos que trabajaron en los ferrocarriles entre 1942 y 1964 y que son parte fundamental de la historia de este medio de transporte en Estados Unidos.

Pablo Velásquez, de 83 años, será uno de los homenajeados como parte de la exposición "Braceros del Ferrocarril, Legado Mexicano" que se llevará a cabo mañana en la Estación Unión de Los Ángeles.

Por un lado, estos trabajadores reciben el reconocimiento por su contribución al mundo de los trenes, pero por otro aún continúan sus luchas para que el Gobierno mexicano les pague el total de las obligaciones atrasadas como parte del Fondo de Ahorro Campesino que "desaparecieron" hace décadas.

"Los braceros veníamos de todo México: Michoacán, Jalisco, Zacatecas, y todavía traíamos sombreros de charro y nuestro equipaje era un cambio de ropa con "huaraches (sandalias), todos mal vestidos", explicó  Velásquez.

Se calcula que unos 4,5 millones de personas trabajaron para el programa Bracero en los campos y para las compañías ferroviarias en todo el país ante la escasez de mano de obra por la Segunda Guerra Mundial.

"Wells Fargo se hizo cargo de los depósitos que fueron transferidos a los bancos mexicanos, y en México desapareció ese recurso que les pertenecía a estos trabajadores; hoy, lo que estamos buscando es recuperar parte de ese dinero", dijo por su parte Baldomero Capiz, presidente del Comité Braceros en Los Ángeles.

Según Capiz, el gobierno mexicano habla de devolver los 3.500 dólares que se le adeuda a cada uno de estos braceros, pero "en abonitos" a razón de 4.000 pesos mexicanos (unos 310 dólares) por año, lo que le significaría esperar unos 10 años a hombres con edades entre los 65 y los 100 años.

El Programa Bracero volvió a las noticias después de una propuesta considerada durante la pasada administración Bush, en la que se hablaba de establecer un sistema temporal de trabajo para resolver la incertidumbre de millones de indocumentados en los Estados Unidos.

Pero más allá del tema del Fondo de Ahorro Campesino, los braceros que no regresaron a su país natal sino que se establecieron en California y otros estados y sus descendientes se han agrupado a modo de honrar las contribuciones del programa.

La celebración del Día del Tren, instituida por Amtrak, la corporación estatal operadora de los ferrocarriles en Estados Unidos desde 2008, recuerda la finalización del primer ferrocarril transcontinental en 1869 y sirve para promover el uso del tren como método de transporte y enseñar su historia.

Además de Los Ángeles, las exposiciones más grandes se celebran en ciudades de larga tradición ferroviaria como Washington, Chicago y Filadelfia, y cuentan con exhibiciones de trenes antiguos renovados, que aún operan bajo convenios de Amtrak con propietarios privados de vagones.

Este es el caso de Tom Pearson, un aficionado a los trenes que adquirió su "coche cama" Salisbury Beach, construido en 1964, y que luego de renovarlo con materiales originales, lo utiliza en viajes que realiza por lo menos dos veces al año con familiares y amigos.

"Fue todo un reto recuperar este carro y colocarlo dentro de los estándares de Amtrak para su operación en todo el país, que es lo que hemos hecho", concluyó Pearson, uno de los participantes de la exhibición de trenes en Los Ángeles.